Medellín vivió actos de reconciliación, arte y cultura para la construcción de paz

Con el lema ´Pigmento y palabra: gráficas para la paz´, la Alcaldía de Medellín cerró los días de la No-Violencia con un concierto al aire libre, cineforos, conversatorios, una exposición de tejidos y fotografías y una feria gráfica con postales para la paz, estampación, cartelismo y tatuaje. Estas actividades tuvieron como resultado una galería pública de imaginarios de resistencia pacífica a las conflictividades sociales, que se exhibió desde el 7 y hasta el 11 de noviembre, en el edificio Vásquez.

“Celebramos los días de la No-Violencia con el propósito fundamental de tomarnos el espacio público para disponer de la palabra sobre las diferentes formas de construcción de paz en Medellín, con distintas mediaciones artísticas; por ejemplo, tuvimos una exposición de 28 fotografías de cuatro artistas que estuvieron cubriendo el estallido social en la ciudad y logramos reflexiones acerca de lo que implica retratar un paro nacional y, sobre todo, lo que gira alrededor de la estética del paro. También realizamos un taller con mujeres víctimas sobre la importancia de los tejidos para sanar y como una medida de autorreparación”, explicó el secretario de la No-Violencia, Luis Eduardo Giraldo Lopera.

Víctimas, firmantes de paz, organizaciones sociales, niños, niñas, adolescentes y jóvenes hicieron parte de actividades para conversar con la ciudadanía por medio del foro restaurativo dirigido por adolescentes de la estrategia Parceros; el conversatorio del arte como vehículo de resistencia; y el foro de la exposición de fotografías llamado “04/28”, con el propósito de seguir instaurando y fortaleciendo una cultura de paz y No-Violencia en la ciudad.

“Buscamos reflexionar sobre el valor estético de la vida a través del arte portable, principalmente con el tatuaje, porque el arte portable siempre va a llevar la pregunta: ¿Qué significa? Y pues al ser portable y estar en nuestros cuerpos, al estar en las paredes, en la calle, en los espacios públicos, nos va a permitir llevar y tener estas conversaciones precisamente en estos espacios. Hacer estos ejercicios de reflexión, de construcción de memoria colectiva. Nosotros estamos reflexionando sobre los falsos positivos, sobre esas 6402 personas que el Estado eligió para hacer un falso positivo, basados en criterios estéticos, como habitantes de calle en Medellín. Todas estas personas cotidianamente invisibilizados”, detalla Laura Herrera, periodista y tatuadora del colectivo Somos Cucarachas.

Durante esta celebración, se logró una de las principales exigencias de verdad y reparación de las víctimas del conflicto urbano en Medellín con la reapertura de la búsqueda en La Escombrera de las personas dadas por desaparecidas en la Operación Orión. Como resultado de un trabajo articulado entre las víctimas, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, la Jurisdicción Especial para la Paz y la Alcaldía de Medellín, se iniciará la búsqueda técnica.

Una de las participantes en la exposición fotográfica “4/28”, Nataly Durango, dijo: “Fui una voluntaria de Atención Prehospitalaria en las manifestaciones que se dieron durante el año pasado y vine a hacer mi trabajo, a un evento aquí en el Parque de las Luces, y me encuentro con que estoy siendo parte de una galería de fotos en la que se muestra lo que fue el paro nacional. Me llené de emociones por ver esta foto tan bella que fue tomada en Moravia, en una esquina, después de la bomba de gasolina, en la cual con un gas lacrimógeno le propinaron una herida un poco grave en el ojo a esta persona. He llorado al ver que soy parte de esto tan bello y agradezco que estén mostrando el otro lado que no podemos dejar perder de las manifestaciones sociales. Ese otro lado que no nos han contado”.

Es así como las actividades estuvieron dispuestas para la ciudadanía con una metodología pensada en la construcción y resignificación de lo que implica habitar y vivir la ciudad, entendiendo sus diferencias, conservando su voz y la verdad de su memoria. Es así como la feria “Hecho en Paz”, los conversatorios y los cineforos permitieron un debate público hacia la necesidad de restaurar los lazos de confianza entre todos y todas, en compañía de víctimas, firmantes de paz, organizaciones sociales, niños, niñas, adolescentes y jóvenes vinculados a la oferta formativa y cultural de la Secretaría de la No-Violencia.

– Con música, muralismo, cartelismo, tatuaje y estampación, se reconoció el poder simbólico y experimental del arte como vehículo transformador de cultura y resistencia contra la violencia.

-Cerca de 1.000 personas se apropiaron del edificio Vásquez, como una apuesta política para la construcción de paz con enfoque restaurativo.

-En los días de la No-Violencia, se generaron espacios para tejer la palabra, la memoria y la reconciliación entre personas que históricamente han sido de ideologías contrarias.





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