El Museo Casa de la Memoria recibe placa de La Escombrera para dignificar a las víctimas de desaparición

  • La entrega se dio este martes 30 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Desaparecidos.
  • Las familias víctimas la trasladan a los exteriores del museo por la seguridad y preservación de sus memorias.

Este martes, en el marco del Día Internacional de los Desaparecidos, el Museo Casa de la Memoria recibe una placa de La Escombrera, que permanecerá instalada como objeto simbólico.

Según datos del informe “Medellín: Memorias de una guerra urbana”, en la ciudad, entre 1980 y 2014, se registraron 2.784 personas desaparecidas. Solo en la comuna 13, la Corporación Jurídica Libertad tiene reporte de 463 casos, la mayoría de ellos ocurridos entre 2001 y 2003, época de los operativos militares en este territorio. Este es un símbolo que hace visibles a estas personas y reitera el llamado de continuar en su búsqueda. En esta pieza se lee lo siguiente:

In memoriam
A las víctimas de la desaparición forzada de la comuna 13 de Medellín a manos del Bloque Cacique Nutibara, para no olvidar, para no olvidarlas.
Tribunal superior de Medellín Sala de Justicia y Paz
Medellín 9 de abril de 2012

“Los objetos simbólicos hacen parte de la construcción de la memoria. Como casa de las víctimas, asumimos el compromiso de cuidar el símbolo, recibimos esta placa conmemorativa para dignificar a las y los desaparecidos, a sus familiares que resisten y persisten en la búsqueda. Instalarla en nuestro museo amplía el llamado a la ciudad y al país frente a la no repetición de hechos como la desaparición forzada”, dijo la directora del Museo Casa de la Memoria, Xamara Mesa Betancur.

Posterior a las operaciones militares de la comuna 13, los seres queridos de los desaparecidos realizaron acciones constantes en territorio de La Escombrera en un llamado al Estado por la búsqueda. Un ejemplo de esto es dicha placa, instalada en 2012 y violentada en varias ocasiones, lo que llevó a su traslado para protegerla y como acción de resistencia para que la memoria siga viva.

“Nosotros dimos el permiso. Yo le dije a mi hermana: me parece más seguro allá en la casa de la memoria, en una parte que nadie le haga nada, no le haga daño. Que nadie vaya a decir ‘quitemos esto de acá’, ‘que no queda bien acá’, señaló Blanca Rosa Tabares, víctima de La Escombrera.

El elemento fue instalado en la Huerta del Arraigo del museo, junto a la silueta siempre viva de la desaparición, a través de un acto ritual de develación con quienes han acompañado su construcción y cuidado.

La pieza cuenta con un código QR que enlaza a un micrositio con su historia y con lo ocurrido en La Escombrera a partir de fotografías, artículos informativos, testimonios de madres buscadoras y de la Corporación Jurídica Libertad, que ha acompañado la búsqueda.

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